Tanto el entorno como el pueblo tienen un notable atractivo como lugar pintoresco: la presencia del río, el pueblo que se adentra en la montaña, con las calles que trepan entre rocas, sorprenden agradablemente al visitante.
El edificio más importante de la ciudad es la iglesia, dedicada a San Miguel y situada en la plaza del mismo nombre. Es una construcción neoclásica del siglo XVIII, con tres naves, coro y campanario incorporado al edificio.
Todas las calles son interesantes pero si tuviéramos que elegir una sería la calle de les Covetes. Toda una parte de la calle es roca, que sirve de soporte a la calle de arriba.